1. Consulta la meteorología. Recuerda que ninguna predicción es lo suficientemente fiable y que en la montaña el tiempo puede cambiar en unos minutos y pasar de un día soleado a las condiciones más adversas. Evidentemente, si vas con niños evita aquellos días en los que la previsión sea mala. Hoy en día tienes multitud de opciones muy buenas en la red, por ejemplo puedes utilizar estas webs: http://www.aemet.es La de la agencia estatal de meteorología, muy completa y en la que puedes obtener todo tipo de predicciones, incluso mapas de alergias. http://www.eltiempo.es “El tiempo”, otra web muy completa y fácil de manejar. Como última página web sobre meteorología, os dejo un enlace a una en la que es muy sencillo observar la previsión de vientos https://www.windy.com 2. Planea tu ruta. Estudia un poco la longitud, dificultad, (aunque en algunas webs este parámetro es subjetivo y por tanto, la percepción de unas personas a otras puede cambiar), lo ideal es que tengas un gps y descargues el track. Si no lo tienes, también es posible descargar alguna aplicación de teléfono móvil, pero recuerda que los móviles si bien funcionan correctamente en lugares despejados, en otros muchos se quedará sin cobertura, las baterías duran poco y son demasiado delicados para andar por el monte y una simple caída puede dejarte sin navegador. No seas excesivamente ambicioso, no lo vas a pasar mejor por hacer una ruta técnicamente difícil o muy dura, y recuerda que si los peques se lo pasan bien, amarán la montaña para siempre 😉 Puedes descargarte la app de wikiloc en el Play Store de tu android / Apple, para descargar y seguir rutas con el móvil. 3. Equipamiento. Vístete, (y al niño), adecuadamente, sobre todo si es invierno. Hoy día el sistema más utilizado por los montañeros es el de 3 capas: 1 capa de ropa térmica muy pegada al cuerpo, después una polar o un shoftshell, (chaqueta ligera), intermedia, y una última capa que puede ser delgada y de goretex (tejido de muy alta calidad que ofrece impermeabilidad y transpirabilidad), o bien un poco más gruesa, como una chaqueta de montaña con relleno. En función del día se pueden ir poniendo y quitando capas, de modo que en ningún momento llegues a tener frío. Si no puedes llevar una capa de goretex, no está de más que eches a la mochila un impermeable de bolsillo, por si fuera necesario en caso de lluvia. En cuanto a la mochila o el carrito, lleva un impermeable, si existe el de la marca, o si no asegúrate de que además de que no entra agua, transpire lo suficiente. Recuerda que el niño en muchas ocasiones va en mochila o carrito, por tanto su posición es más estática que la tuya y puede estar helado de frío mientras tu estás apunto de sudar porque lo llevas a cuestas. Elige la cantidad de ropa que le pones con cuidado. En caso de que sea verano, los enemigos son el golpe de calor y la deshidratación. Usa ropa ligera, transpirable y de secado rápido, evitando el algodón que cuando se moja de sudor cuesta mucho secar, e imprescindible gorra y protección solar. Lleva también calzado adecuado a la actividad que vas a realizar. Recuerda que tus botas montaña o zapatillas de trekking son el único contacto con el suelo, y de su calidad puede depender que evites algún percance. No vayas con cualquier tipo de zapatillas a hacer rutas. 4. Revisa tu mochila portabebés o en su defecto el carro; anclajes, tornillos, todo. 5. Prepara tus dispositivos electrónicos, para el gps lleva siempre pilas de repuesto. El teléfono siempre a tope de batería, y si te haces con una batería externa, te asegurarás más horas de autonomía. 6. Avisa a alguien, di dónde vas a estar. Tanto si la ruta es muy concurrida como si no, enviar un whatsApp no cuesta nada. 7. Bastones. Cuando te acostumbras a usar unos bastones de montaña, ya no puedes andar sin ellos. Además, si llevas al niño en una mochila, te van a dar un plus de seguridad. No necesitas unos bastones de carbono de última generación, los hay de aluminio a muy buen precio en el mercado. 8. Linterna, navaja multiusos. Por lo que pueda pasar, o porque hay rutas que discurren por túneles, lleva una linterna, aunque sea un pequeño frontal contigo siempre. Nunca se sabe cuando la vas a necesitar. La navaja multiusos te puede salvar de algún inconveniente, como por ejemplo una lata que ha roto su anilla, cortar una cremallera atorada, etc. 9. Madruga. Sobre todo si vas a andar en invierno, y dependiendo de donde estés, los días pueden acortarse mucho. Si tu ruta es un poco más larga de lo normal, acuéstate antes el día anterior y madruga. Es lo que hay jejejeje 😀 Si no quieres levantarte temprano, escoge una ruta corta. 10. Lleva siempre comida y agua suficientes. Tanto para ti como para el bebé, nosotros vamos con un termo de comida que no ocupa mucho espacio y es muy útil. Transporta también contigo más agua de la que necesitas siempre. Siguiendo estos diez consejos, minimizarás los riesgos de sufrir un percance en la montaña, y conseguirás que tus salidas sean sólo divertidas y más seguras. Fuente: José Antonio, “el turisjero” |
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